En un mundo laboral cada vez más competitivo, la formación empresarial se ha convertido en un punto clave en el ámbito profesional con el fin de mejorar la productividad de los trabajadores.
Por ello, muchos profesionales están continuamente revisando la oferta formativa en busca de un programa de formación continua. Esto les sirve para impulsar su carrera profesional y aumentar su satisfacción laboral.
Estas necesidades formativas no son solo cosa de empleados o trabajadores, sino que los directivos de empresas también son conscientes de ello, por lo que no dudan en hacer una inversión en formación, ya sea “in company” o externa.
En este post vas a aprender qué es la formación empresarial, cuáles son sus ventajas y qué tipos de formación son las más frecuentes. ¿Estás preparado para ello?
¿Qué es y en qué consiste la formación empresarial?
La formación empresarial es un recurso para aumentar el rendimiento y la productividad de los trabajadores a través del aprendizaje. Aprender inglés, diseño gráfico o habilidades directivas son algunos ejemplos.
No es solo aprender desde cero, sino también actualizar conocimientos como puede ocurrir con el manejo de un programa informático ha cambiado con el paso de los años. La formación online nos ofrece una infinitud de recursos para actualizarnos.
Existe una amplia gama de materias sobre las que aprender y, por ello, es importante que los interesados revisen la oferta formativa en busca de aspectos a mejorar para conseguir los resultados óptimos.
Debemos estar también al tanto de nuevos conceptos que surgen como el blended learning, que combina en el proceso de formación el aprendizaje presencial con el e-learning o las soft skills.
¿Por qué es tan importante la formación continua?
La formación continua es clave para cualquier profesional ya que, a través de un buen plan de formación, se puede lograr aumentar el rendimiento personal u optar a mejores puestos de trabajo, entre otras cosas.
No solo es cuestión de resultados laborales, sino que las personas que se formen se encontrarán más motivadas y seguras a la hora de desempeñar sus tareas. A la larga, puede suponer una considerable reducción del estrés laboral.
Yendo aún más lejos, según el sector, esto podría incluso traducirse en una reducción de los accidentes laborales. Como habrás comprobado, los puntos a favor son muy numerosos.
Tipos de formación en empresas
En función de la temática, podemos destacar tres grandes bloques de formación:
Formación en tecnología
La tecnología evoluciona a pasos agigantados y es de vital importancia que los conocimientos de los empleados en esta materia se vayan actualizando. Por ejemplo, algunas personas se han visto superadas a la hora de usar ciertos programas informáticos cuando han necesitado teletrabajar.
Formación en gestión de equipos y liderazgo
Este punto hace referencia sobre todo a ejecutivos o directivos. Existen muchos MBA que abordan esta materia.
Formación en idiomas
Este es probablemente el bloque más conocido por todos. Los idiomas no han dejado nunca de ser importantes en el ámbito empresarial. Tanto es así que un segundo idioma inglés ya se da casi por hecho.
En resumen, la formación empresarial es prácticamente indispensable en los tiempos que corren. Por ello, es muy importante que las empresas inviertan en un plan formativo adaptado a las necesidades.
Como decía Charles Darwin, no es la especie más fuerte la que sobrevive, sino la que se adapta mejor al cambio. Por ello, no queda otra que… ¡renovarse o morir!